La loca

Sueño contigo,
pienso en ti sin importar el contexto,
recuerdo como era tu presencia con cada centello de paz y lindura que encuentro mientras camino,
mientras camino entre basura, ignorancia y dolor.
Recuerdo tu cara cambiada, crecida
y aun alegre, diferente y querida,
me regocijo de tan solo pensar y creer
(y saber) que te recuerdas de la mía... Y ambos nos imaginamos
de vez en cuando
juntos, bebiendo un café, un te o una cerveza
hablando bobadas solo para mantenernos juntos un rato mas
con cara de tontos y alegres
de viejos enamorados (pero jóvenes),
aun deseando que nos suden las manos.
(ya no me sudan tanto las manos).
Y me olvido por un rato de lo que veo a través de los ojos de las personas que me rodean:
inmensos campos abandonados y tristes,
haciéndome desear más intensamente ser feliz.
Quiero aprender a gatear otra vez y ensuciarme las manos contigo,
a llenarme de ti un poquito,
de usar mi tiempo en ti sin cansarme,
de aprender juntos a ser grotescos
delicadamente,
y no ser nunca los mismos para no cansarnos
pero nunca cambiar,
y desear que seas feliz,
y no dejar de recordarte de vez en cuando
con tanto cariño.