jueves, 25 de octubre de 2007

Pervertido juego perverso.



Recuerda cómo antes buscabas

(Y lograbas) recordar el día anterior,

Lo recordabas y conseguías olvidarte de él,

Mejor dicho, tratabas (y lograbas) sobreponer esa imagen

Con otras más lindas.

Lástima que has perdido esa capacidad

(Y la pierdes), esa posibilidad transmutadora,

Ese des-apego inconsciente hacia la rutina,

(Y la haces desaparecer) y nos haces desaparecer…


“Te desvaneces en el espacio” (y me desvanezco contigo),

Nos desvanecemos en el espacio, en espacios ajenos pero iguales,

Tendencias dementes a pensarnos (y piensas), y te pienso

(Y buscas olvidar), pero no busco regresar (y regresas),

Y regreso de forma distinta,

Con cierto nerviosismo.

No te pierdas (y te pierdes),

Y no te pierdes,

Aunque te busque (y me buscas) con miedo,

Con pánico (y le temes) a volver a lo mismo

(Y vuelves) a aquello ya inexistente,

(Y aún existes) del todo,

Y te sueño (y sueñas) escapando de tus incoherencia, de nuestras incoherencias terroríficas, atemorizantes (y te escondes) para mí, de mí (y te arriesgas),

Arriesgando cierto equilibrio un poco inestable,

Impresionantemente (y te impresionan) como siempre

Recordándote,

La implacable forma que desarrollaste para regresar a mis letras (y lo disfrutas),

Que tanto he disfrutado plasmar,

Que hoy plasmo para ti, aunque en realidad

Siempre lo hice.

viernes, 12 de octubre de 2007

suaveMente


Era el equivalente imperfecto y arritmico que de igual forma se encontraba dentro de ti,
cómo esas hormigas de las que tanto hablan van cobrando vida, alimentandose de tus visceras ferozmente... no haces movimiento alguno que haga notar aquel festín hormiguesco en tus entrañas.

(Las mías mas tranquilas, porque ya me ha pasado antes).

La brutal forma en la que logras volver a mis sueños, incluso viviendolos contigo,

con cada centellante partícula de algo, que hace brillar tus ojos de más, logras
(sin buscarlo siquiera)
detener la mentira del tiempo, y así tener infinidad de ocasiones para detallarte innumerables veces desde incontables ángulos jamás demarcados por nadie;


de tener que ahogarme con mi propia saliva al aspirar tu inconfundible olor dulzón,

De olvidarme de la misma razón solo para buscar comer un poco de tus labios, suaveMente, muy suave.


Gracias.